Todavía hoy, esas costumbres permanecen. También en China existen tradiciones milenarias como el Kouji, un arte escénico que se fundamenta en la imitación de sonidos de la naturaleza. En África podemos encontrar multitud de tribus y pueblos que conciben en su seno costumbres relacionadas con la danza y la música. Los rituales que realizan, o las fiestas populares, hacen de estos lugares una maravilla. Lo diferente, lo real. En estos lugares las danzas suelen ser acompañadas por ruidos o ritmos realizados con el propio cuerpo. Golpes, palmadas, pisotones… pero en ocasiones, estos pueblos utilizan el aparato fonador para realizar acompañamiento vocal, emitiendo sonidos al aspirar ruidosamente hacia dentro y hacia fuera.
Habiendo tratado los antecedentes más relacionados, entendemos que el ser humano ha imitado sonidos desde hace mucho tiempo. Ahora nos situaremos en un tiempo más actual.
Los años 80 fue la época en la que surgió lo que conocemos hoy como Beat Box. La evolución de aquellos sonidos y aquella percusión vocal han constituido un nuevo arte moderno, que se vincula al “Street Art” o arte callejero. Además, por mucha gente, el Beat Box se considera el quinto elemento de la cultura Hip-Hop, compuesto por el MC (rapero), el DJ (maneja bases rítmicas, mesa, vinilos…), Breakdance (baile callejero característico de los B-Boys) y el Graffiti (arte artística pictórica aplicada sobre superficies urbanas).
Dos chicos bailando break dance en una batalla. |
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